Respecto al hardware debe quedar claro que KIVAL no es una simple tienda de informática que se dedica a vender equipos «a granel» sometidos a estériles guerras de precios, sino que estudiamos, en primer lugar, las necesidades del cliente y luego sugerimos posibles soluciones entre las mejores alternativas que hayan en ese momento en el mercado, y es el cliente el que decide, tras lo cuál se realiza el montaje del equipo.
El ensamblaje del equipo en KIVAL no consiste tan solo en montar físicamente los componentes, sino que se realiza la instalación de todo el software necesario elegido por el cliente y se efectúan varias pruebas de verificación del funcionamiento para detectar posibles irregularidades en alguno de los componentes. La duración de estas pruebas no es inferior a las 24 horas, lo cual aumenta la fiabilidad del equipo entregado al cliente. Las pruebas realizadas son muy diversas: desde simples comprobaciones de unidades de almacenamiento (discos duros, disqueteras, regrabadoras…), hasta forzar la máquina con la ejecución simultánea de una gran cantidad de aplicaciones críticas y manteniendo la máquina en funcionamiento continuamente durante el período de verificación. Se prueban también todos y cada uno de los periféricos adquiridos (altavoces, impresoras, escáneres, cámaras, módems, etc.).